Un
avión secuestrado estalla a gran altura sobre el canal de la Mancha. Dos
supervivientes caen al mar: Gibrel Farishta, un legendario galán
cinematográfico, y Saladin Chamcha, el hombre de las mil voces,
autodidacta y anglófilo furibundo. Consiguen llegar a una playa inglesa y
notan unos extraños cambios: uno ha adquirido una aureola y el otro ve
con horror cómo crece el vello de sus piernas, los pies se le convierten
en cascos y las sienes le abultan… Gibreel y
Saladin han sido los elegidos para personificar la Lucha entre el Bien y
el Mal, ése es el mensaje implícito. Pero, ¿qué papel desempeñará cada
uno?. ¿Los demonios poseen un lado celestial y del mismo modo los
ángeles un lado demoníaco?. Aún más, ateniéndonos al inseparable lado
oscuro del hombre: ¿no serán todos los (pocos) ángeles, criaturas
perversamente demoníacas?.
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